El objetivo de la Ciencia de la Nutrición es el de definir una dieta apropiada para cada individuo que se ajuste a sus necesidades y apetencias, cuidando un equilibrio que mantenga su peso óptimo.
El gozar de buena salud es más que la ausencia de enfermedad, es el bienestar físico y mental, es el equilibrio y la buena forma. Para cuidar la salud no es útil comer mucho o poco, sino lo apropiado y lo que hace mejor al cuerpo.
Los propósitos principales de la alimentación pueden ser varios, pero en general se pueden resumir en los cuatro objetivos principales:
El aporte energético, el aporte de proteínas y ciertos minerales, el regulador y el aporte de reserva.
Aporte energético: Este es el principal para cualquier ser humano y para cualquier actividad que se desempeñe. Los aportes de
hidratos de carbono, proteínas y
grasas deben estar dados en cantidad, calidad y proporción adecuados. A través de esto, lo que se logra es el correcto funcionamiento del sistema metabólico.
Aporte proteínas y ciertos minerales: Las proteínas son parte básica de la estructura de toda célula viviente y ejercen la función indispensable de construcción de tejidos. Dentro de los minerales a tener en cuenta, debemos mencionar el calcio, quien cumple un papel fundamental en la contracción muscular y en la transmisión de los impulsos nerviosos. Por último, las
grasas también intervienen en este aporte para actuar con el sistema nervioso
El aporte regulador viene dado generalmente por la incorporación al organismo de
vitaminas y
minerales. En el caso de las vitaminas, funcionando como catalizadoras de las reacciones bioquímicas permitiendo la liberación de energía
El aporte de reserva: Teniendo en cuenta que los
hidratos de carbono y
grasas son las principales fuentes de energía, se presupone el almacenamiento de estos substratos en el organismo para colaborar en el metabolismo energético a la hora de un esfuerzo. Las grasas son fácilmente acumulables, por tanto no presentan problemas de almacenamiento ni disponibilidad. Todas las personas cuentan con un porcentaje de
grasas considerable comparativo con su peso, aproximadamente un 11% del peso de una persona en buen estado físico que desarrolle actividad en forma cotidiana. (7 kilogramos, para una persona de 70 kilogramos de peso) Los
hidratos de carbono son acumulados como glucógenos por el hígado y músculos, pero no superan el 0,5% del peso total del individuo (500 gramos en una persona de 70 Kg. de peso.) Este glucógeno se va metabolizando a glucosa y así convirtiendo en energía. Por esta causa aparece la fatiga muscular después del gasto excesivo de glucógeno después del ejercicio.
En una dieta variada y equilibrada, sobre todo cuando contiene alimentos en estado crudo o natural, todas las
vitaminas necesarias para la actividad vital se encuentran en cantidad suficiente. Pero durante la elaboración o conservación de los alimentos, las cantidades mínimas necesarias pueden sufrir importantes mermas. Por ello la alimentación humana, además de alimentos elaborados (cocidos, fritos, en conserva o congelados) ha de componerse de alimentos crudos y naturales (como son, por ejemplo, las verduras frescas que se toman en ensaladas). La misma vitamina C expuesta al aire sufre una merma; así sucede cuando los zumos de fruta o verdura no son consumidos inmediatamente. El zumo de naranja pierde la mitad de su contenido en vitamina C a la media hora de haber sido exprimido.
A medida que los años pasan, el cuerpo deja de fabricar determinadas sustancias con la edad, de forma que algunas funciones vitales se ven afectadas. A modo de resumen, se reflejan en el siguiente cuadro una serie de suplementos que pueden tomarse a lo largo del año, de forma natural o a partir de los concentrados de micro nutrientes de Herbalife.